HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO LATINOAMERICANO
EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO LATINOAMERICANO
Sin lugar a dudas, existen pensamientos filosóficos en Latino
américa. Pues existe el pensamiento racional, humano y alejado de la fe
religiosa. Existe en cada pensador filosófico que se ha planteado el estudio y
razonamiento en el ámbito Latinoamericano.
En América latina el desarrollo filosófico podría considerarse
algo nuevo, pues apenas desde el siglo xvii se empezaron a dar indicios de
pensamiento por parte de los latinos, quienes aunque aún se encontraban bajo el
dominio español ya daban con las primeras ideas no solo teológicas o de críticas sociales, sino de libre pensamiento
y revolución; Aun así, a nivel europeo ya se tenían bases de pensamiento filosófico
de más de veinte siglos.
A la mitad del siglo xix, cuando la mayoría de países de América
latina eran “independientes”, al menos políticamente hablando, el pensamiento filosófico
había avanzado pero aún se tenían lazos con el pensamiento colonial y esto hacia
que el avance del pensamiento fuera algo más lento.
De esta menara de se puede concluir que a pesar de los
constantes intentos de dominio por parte de naciones externas, aun prevalecía el
espíritu investigativo en lo referente a intereses sociales, político y
religiosos que en si buscaban llevar al hombre a una concepción propia de
identidad y verdad en cuanto a su historia. Fortaleciendo así el aprendizaje de
una misma influencia colonial, esto, con el fin de crear pensamiento propio en
los individuos para visionar futuros frutos de una identidad fuerte y autentica
que garantizara la formación de una cultura firme basada en los modelos
tradicionales de igualdad.
Para finales del siglo xix y comienzos del siglo xx los latinoamericanos
basaban sus pensamientos filosóficos en movimientos como el liberalismo, que
llamaba bastante la atención al no ser una corriente de pensamiento religiosa,
pero que tampoco iba en contra de la religión, solo daba paso de esta para analizar
las ideas nuevas y utilizar el pensamiento cartesiano que indicaba la autonomía
de la razón, defendía los derechos de los individuos y apoyaba el poder
limitado del estado al igual que la libre competencia económica.
Para concluir, queda decir que a pesar de que la filosofía latinoamericana
se ha enfocado principalmente en los intereses políticos, sociales y religiosos
de la sociedad está muy lejano el día en el cual se llegue a una igualdad de
derechos y oportunidades para un desarrollo personal.
Es muy complejo para un filosofo latinoamericano crear un pensamiento nuevo y autentico, pues, las bases de la filosofía están enfocadas hacia un pensamiento colonial. por esto podría decirse que en América latina no existe un pensamiento solido, autóctono, pues esta filosofía e encuentra basada en teorías ya creadas y en su gran mayoría traídas de Europa.
LA FILOSOFÍA EN EL ECUADOR
Poco se ha investigado la Filosofía en el Ecuador lo que ha
impedido una autoconciencia de lo propio. Se ha hecho una crítica literaria
formalista, y no de contenidos, de ideas. De Juan Montalvo, por ejemplo, no se
ha analizado su “riqueza ideológica”. Se ha matizado con la actitud que revela
una parcialidad partidista. El Ecuador se ha ignorado en sus valores.
Muchos autores ecuatorianos han señalado la no-existencia tanto de la “literatura de ideas” cuanto del “pensamiento filosófico”. Como Julio Endara que arguye que no tenemos “abolengo filosófico”, o de Belisario Quevedo que plantea que en nuestra independencia no hubo ningún movimiento de ideas, y, que nuestra política, tiene como fuente a los hechos y no a las ideas. Al igual que Julio Enrique Moreno, al decir: nada recibimos del “remozamiento espiritual” de la renovación filosófica del 900. De otro lado, José Rafael Bustamante escribe, que no han existido filósofos en América y peor “cultura filosófica” en nuestro país, además de cuestionar nuestra raza y naturaleza. Algo similar, dice Benjamín Carrión, con la expresión, “tierra sin filósofos” y la comparación con otros países, como México y Argentina, pero sustentando alguna locución filosófica en nuestro ensayos.
Muchos autores ecuatorianos han señalado la no-existencia tanto de la “literatura de ideas” cuanto del “pensamiento filosófico”. Como Julio Endara que arguye que no tenemos “abolengo filosófico”, o de Belisario Quevedo que plantea que en nuestra independencia no hubo ningún movimiento de ideas, y, que nuestra política, tiene como fuente a los hechos y no a las ideas. Al igual que Julio Enrique Moreno, al decir: nada recibimos del “remozamiento espiritual” de la renovación filosófica del 900. De otro lado, José Rafael Bustamante escribe, que no han existido filósofos en América y peor “cultura filosófica” en nuestro país, además de cuestionar nuestra raza y naturaleza. Algo similar, dice Benjamín Carrión, con la expresión, “tierra sin filósofos” y la comparación con otros países, como México y Argentina, pero sustentando alguna locución filosófica en nuestro ensayos.
Esto es contrario al lugar que el Ecuador ocupa en el plano
literario que es muy importante; pues, la literatura de América Latina es, de
hecho, afilosofada, como en Martí, Sarmiento, Montalvo etc. El modelo que hemos
utilizado para buscar la filosofía y el filósofo latinoamericano es el
académico-europeo, y éste, contiene otras “categorías culturales”, se basa en
otra realidad; y nosotros no nos hemos ocupado de otra estructura metodológica.
A más de dicho modelo, tenemos una actitud imitativa o de sentimiento de
inferioridad, lo que puede ser solucionado, no sólo con la utilización de una
“lectura interna” del texto, sino también con una externa del contexto, de la
época, que totalice la visión en función de lo social; esto conlleva, a tratar
el contenido ideológico del discurso filosófico. Y con tal metodología, habría
un pensamiento filosófico en el Ecuador, pues éste vale más que una tradición
hermenéutica y lingüística apegada a reglas académicas.
Entonces, se ha remplazado la historia de la filosofía por la historia de las ideas, acercándose a las del pensamiento, pero más concreto en lo filosófico. La ontología y la metafísica, están en lo profundo del discurso político, lo que supone uno filosófico. El pensamiento latinoamericano tienen una relación indudable con la praxis social, y la metafísica existe en los “supuestos”; la teoría del ser y del ente tiene que revelarla el historiador a partir de nuestra realidad cultural. Esto ha comenzado con la elaboración de un análisis verdadero del Ecuador.
Entonces, se ha remplazado la historia de la filosofía por la historia de las ideas, acercándose a las del pensamiento, pero más concreto en lo filosófico. La ontología y la metafísica, están en lo profundo del discurso político, lo que supone uno filosófico. El pensamiento latinoamericano tienen una relación indudable con la praxis social, y la metafísica existe en los “supuestos”; la teoría del ser y del ente tiene que revelarla el historiador a partir de nuestra realidad cultural. Esto ha comenzado con la elaboración de un análisis verdadero del Ecuador.
Comentarios
Publicar un comentario